Una web mal diseñada puede costarte clientes
Tener una página web hoy en día es prácticamente obligatorio para cualquier negocio. Pero no basta con estar “presente” en internet. Una web mal planteada o con alguno de estos errores errores comunes en diseño web, no solo no ayuda, sino que puede espantar a tus potenciales clientes sin que te des cuenta.
Muchas veces se piensa que con tener algo online es suficiente, pero si tu web carga lenta, no se adapta bien al móvil o está mal estructurada, lo que estás transmitiendo es desconfianza, poca profesionalidad y falta de atención al detalle.
Y eso se traduce en menos visitas, menos contactos… y menos ventas.
Por suerte, muchos de los errores más habituales en diseño web son fáciles de detectar (y de corregir). En este artículo te cuento cuáles son los fallos más comunes que deberías evitar si quieres que tu página web realmente funcione para tu negocio.
Navegación confusa o poco clara
Uno de los errores comunes en diseño web —y más fáciles de detectar como usuario— es una navegación mal planteada. Cuando alguien entra en tu web, espera encontrar lo que busca en pocos clics y sin tener que pensar demasiado. Si no lo consigue, se va. Así de simple.
¿Qué entendemos por navegación confusa?
- Menús con demasiadas opciones, sin orden lógico.
- Apartados con nombres poco claros como “Soluciones”, “Quiénes somos” o “Zona privada”, sin que quede claro qué contienen.
- Páginas ocultas o enlaces que no llevan a donde deberían.
- Falta de un botón visible de contacto o de llamada a la acción.
¿Qué consecuencias tiene esto para tu negocio?
Cuando un usuario no entiende cómo moverse por tu web, pierde la paciencia. Y si no encuentra lo que necesita, no se quedará a buscarlo: simplemente se irá a otra web. A menudo a la de tu competencia.
Además, una mala estructura también afecta al posicionamiento en Google, ya que dificulta la lectura del sitio por parte de los motores de búsqueda.
¿Qué deberías revisar?
- Que el menú principal sea claro, breve y esté bien organizado.
- Que las secciones más importantes (servicios, contacto, sobre ti) estén siempre accesibles.
- Que cualquier visitante pueda entender, en menos de 5 segundos, quién eres, qué ofreces y cómo puede contratarte o escribirte.
Una navegación bien pensada mejora la experiencia del usuario y multiplica las posibilidades de conversión.
Velocidad de carga lenta
Uno de los errores más perjudiciales que puede tener una web es tardar demasiado en cargar. En internet, cada segundo cuenta. Si tu página tarda más de 3 o 4 segundos en mostrarse, muchos usuarios la cerrarán antes de ver nada.
Y no solo hablamos de la experiencia del usuario: una web lenta también afecta negativamente a tu posicionamiento en Google, que prioriza los sitios rápidos y bien optimizados.
¿Por qué carga lenta una web?
Hay varios factores que pueden hacer que tu sitio vaya a paso de tortuga:
- Imágenes demasiado pesadas, sin comprimir ni ajustar al tamaño real.
- Uso excesivo de plugins innecesarios o mal optimizados.
- Plantillas sobrecargadas, con demasiadas funcionalidades que no utilizas.
- Hosting de baja calidad o mal configurado (aquí es donde muchas veces está el cuello de botella).
¿Qué consecuencias tiene esto?
- Pérdida de visitas y oportunidades de venta.
- Mala imagen profesional (una web lenta transmite abandono o poca seriedad).
- Penalización en buscadores: Google interpreta que si los usuarios se van rápido, la web no es útil.
¿Qué puedes hacer para mejorarla?
- Comprime y optimiza las imágenes antes de subirlas.
- Revisa qué plugins usas y elimina los que no necesitas.
- Usa herramientas como PageSpeed Insights o GTmetrix para analizar qué está ralentizando tu sitio.
- Y sobre todo, elige un buen proveedor de hosting, adaptado al tamaño y necesidades reales de tu web.
Una web rápida no solo mejora la experiencia de tus visitantes, sino que te ayuda a posicionar mejor y convertir más.
No estar optimizada para móviles
Hoy en día, más del 60% de las visitas a una web se hacen desde un móvil. Y sin embargo, todavía hay muchas páginas que no están adaptadas correctamente a pantallas pequeñas. Este es sin duda uno de los errores comunes en diseño web más graves que puede hacer que pierdas gran parte de tu audiencia sin ni siquiera darte cuenta.
¿Cómo sabes si tu web no está bien adaptada?
- Hay que hacer zoom con los dedos para leer el texto.
- Los botones están tan pequeños o juntos que es fácil pulsar el equivocado.
- El menú es complicado o directamente no funciona en móvil.
- Las imágenes o columnas se ven desordenadas o fuera de sitio.
En definitiva, si la navegación en el móvil es incómoda, el visitante se irá antes de leer nada.
¿Por qué es tan importante que sea responsive?
- Porque el usuario móvil es impaciente: si la web no le resulta fácil de usar, la abandona.
- Porque Google penaliza las webs que no están optimizadas para móvil en sus resultados de búsqueda.
- Porque una buena experiencia móvil transmite profesionalidad, cercanía y cuidado por el detalle.
¿Qué hacer para corregirlo?
- Utiliza un diseño responsive, que se adapte automáticamente a cualquier tamaño de pantalla.
- Prueba tu web desde diferentes dispositivos y comprueba que todo funciona bien.
- Asegúrate de que los formularios, botones y menús son fáciles de usar desde el móvil.
Una web bien adaptada a móviles no es un extra: es lo mínimo que esperan tus potenciales clientes hoy en día.
Textos poco claros o demasiado técnicos
Puedes tener un diseño espectacular, pero si los textos de tu web no comunican con claridad, estás perdiendo una oportunidad de oro.
Muchos negocios caen en el error de usar frases vacías, excesivamente técnicas o tan genéricas que no dicen absolutamente nada.
¿A qué nos referimos con textos poco claros?
- Frases tipo: “Ofrecemos soluciones integrales personalizadas con alto valor añadido.”
- Términos técnicos que el cliente medio no entiende.
- Párrafos largos sin estructura ni orientación al cliente.
El resultado: el visitante no entiende qué haces exactamente, cómo puedes ayudarle ni por qué debería elegirte a ti.
¿Cómo deben ser los textos de tu web?
- Claros y directos, sin rodeos.
- Enfocados al beneficio del cliente, no a lo que tú haces internamente.
- Escritos en un lenguaje natural y cercano, como si se lo explicaras a alguien cara a cara.
Por ejemplo:
- ❌ “Somos líderes en soluciones tecnológicas para entornos productivos.”
- ✅ “Te ayudamos a digitalizar tu empresa para que ahorres tiempo y ganes eficiencia.”
- ❌ “Contamos con un equipo multidisciplinar con más de 20 años de experiencia.”
- ✅ “Llevamos más de 20 años ayudando a negocios como el tuyo a tener una web clara, rápida y efectiva.”
¿Y si no se te da bien escribir?
No pasa nada. Puedes contar con ayuda profesional para redactar o revisar los textos de tu web. Un buen copywriting puede marcar la diferencia entre que alguien te contacte o no.
Falta de llamadas a la acción (CTA)
Otro de los errores comunes en diseño web más frecuentes —y más invisibles— en muchas webs es no decirle al visitante qué debe hacer después. Puedes tener una página muy bien diseñada, bien escrita y optimizada, pero si no hay un botón o mensaje claro que invite a dar el siguiente paso… el usuario se queda en el limbo.
¿Qué es una llamada a la acción?
Es simplemente una frase, botón o sección que invita al usuario a hacer algo:
- “Pide tu presupuesto”
- “Reserva tu cita”
- “Llámanos sin compromiso”
- “Consulta la carta”
- “Escríbenos por WhatsApp”
Sin una CTA clara, el visitante puede tener interés, pero no sabrá cómo avanzar… y se marchará.
Errores típicos con las CTA:
- No tener ninguna.
- Tener solo un botón de “contacto” escondido en el menú.
- Usar frases poco concretas como “Más info” o “Enviar”.
- Colocar la llamada a la acción solo al final de la página (cuando muchos usuarios no llegan hasta allí).
¿Cómo mejorar esto?
- Añade una llamada a la acción clara en cada página importante.
- Usa botones visibles y bien diseñados, con colores que destaquen.
- Sé específico en el mensaje: “Quiero mi presupuesto”, “Reservar mesa”, “Solicitar diagnóstico gratuito”.
- Distribúyelas a lo largo del contenido: al inicio, después de explicar un servicio, y al final.
Recuerda: tu web tiene que guiar al usuario. Si no le dices qué hacer, no lo hará.
Elementos visuales que distraen
Es tentador querer impresionar al visitante con efectos, animaciones, carruseles, vídeos de fondo o pop-ups llamativos. Pero en la práctica, menos es más. Una web recargada visualmente no solo confunde, sino que puede hacer que el mensaje principal se pierda entre tanto “ruido”.
¿Qué tipo de elementos suelen molestar más de lo que ayudan?
- Sliders automáticos (carruseles): muchos usuarios no los leen, distraen y ralentizan la carga.
- Pop-ups insistentes que aparecen nada más entrar: newsletter, cookies, ofertas, redes sociales… todo a la vez.
- Animaciones innecesarias que solo aportan peso a la web pero no mejoran la experiencia.
- Exceso de colores, iconos y tipografías sin una coherencia visual clara.
¿Qué consecuencias tiene esto?
- El usuario se distrae y no encuentra la información clave.
- La web se vuelve más lenta y menos accesible.
- El diseño transmite desorden o improvisación, lo que puede dar mala imagen.
¿Cómo mantener una web visualmente atractiva pero efectiva?
- Usa elementos visuales solo si ayudan a transmitir el mensaje.
- Prioriza la claridad: que el visitante entienda de un vistazo qué haces y cómo puede contactarte.
- Mantén una línea gráfica coherente con tu marca.
- Recuerda: tu web no tiene que impresionar, tiene que funcionar.
Conclusión: tu web puede estar frenando tu negocio sin que lo sepas
Una página web no debería ser solo un escaparate bonito, sino una herramienta activa que te ayude a conseguir más contactos, reservas, ventas o visitas.
Sin embargo, muchos negocios están perdiendo oportunidades por errores comunes en diseño web que se repiten una y otra vez:
- Navegación poco clara
- Velocidad de carga lenta
- Diseño que no se adapta bien al móvil
- Textos que no conectan con el cliente
- Falta de llamadas a la acción
- Elementos que distraen más de lo que ayudan
La buena noticia es que la mayoría de estos errores tienen solución. Y muchas veces, con unos pocos ajustes bien enfocados, tu web puede empezar a funcionar mucho mejor sin necesidad de rehacerla desde cero.
¿Tienes dudas sobre si tu web está cometiendo alguno de estos fallos?
Puedo ayudarte a revisarla para comprobar si se están comen tiendo alguno de estos errores comunes en diseño web y proponerte mejoras concretas.
📩 Escríbeme sin compromiso y vemos juntos cómo hacer que tu web empiece a trabajar a favor de tu negocio.